Rafting río Sarapiquí

Vivimos una aventura extrema es uno de nuestros cantones favoritos. Desde hace mucho tiempo amamos Sarapiquí y vamos cada vez que podemos, nos encanta el clima, el verde presente todo el año y el río que parece de una pintura. 

Era la fiesta de fin de año del equipo de La Fiebre de Viajar y tenía que ser especial así que nos fuimos a hacer rafting al río Sarapiquí. Varias personas del equipo hacían rafting por primera vez y otras hace mucho no lo hacían, igual de emocionante para todo el equipo. 

Salimos temprano, nos fuimos por la ruta 32 y llegamos a las 9 am a La Virgen de Sarapiquí (duramos como 1 h 40 min). Por recomendación de un familiar hicimos la actividad con Ríos Pura Vida. En el lugar hay parqueo y espacio para cambiarse. Acá dejamos todo y nos fuimos al río, únicamente llevamos el nuevo Dry Bag de La Fiebre para tener cámaras y teléfonos a salvo y que no se mojaran durante el recorrido en la balsa. 

Antes de iniciar nos dieron la charla de seguridad, nos dieron cascos, chaleco salvavidas, el remo y las indicaciones para remar en equipo y disfrutar al máximo. Todo muy claro, no aguantábamos las ganas de ir al agua. Se recorren 11 km del río Sarapiquí, en nivel 2/3 (el nivel más alto es 5). Se tardan 2 horas aproximadamente y el tour está lleno de todas las emociones, nuestro guía Jeffry hizo que fuera aún mejor, nos dio mucha seguridad y nos dio la dosis de adrenalina que andábamos buscando. Se pasa por un montón de rápidos donde hay que remar bastante, vivimos el río 100%.

Hay partes más tranquilas donde se pueden ver algunas especies de aves, monos y hasta osos perezosos. También permiten bajarse de la balsa e ir nadando río abajo cuando la corriente lo permite. A mitad de camino nos dieron fruta y galletas a la orilla del río y saltamos en una poza deliciosa. El agua de este río es totalmente cristalina y el paisaje durante todo el recorrido es espectacular y no queríamos que se terminara nunca. La segunda mitad del recorrido fue igual de emocionante y termina como se merece este tour (no les vamos a decir cómo). Además todo lo que llevamos en el bolso quedó seco. 

Dos horas que se disfrutan demasiado y solo dan ganas de que no termine nunca. Al final quedamos con ganas de volver e invitar familia y amig@s. Nos encantó el servicio y seguridad de la empresa y realmente la recomendamos. Nuestro guía Jeffry hizo que disfrutáramos al máximo, y a la vez hace el paseo muy divertido. Esperamos que muchas personas puedan vivir esto pronto.

Después nos fuimos a almorzar a un restaurante que queda como a 100 m de donde se deja el carro Rusti Ticos se llama (lo recomendó Jeffry) es estuvo muy rico, buena cantidad y barato. 

Datos y recomendaciones

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